Si me invitas voy, no hace falta ir lejos,
solo espero tu regreso como cada día,
espero tus manos sujetándome fuerte al caminar,
aquellas que me levantaran si caigo.
Espero tus ojos que son como faro que me iluminan el alma,
tu mirada que penetra hasta derretirme y convertirme en mas fuerte.
Si esa que no olvido, por esa que alguna vez me hizo despertar.
No tengo mas que ofrecer que mi alma desnuda ante ti,
nada mas que mi pecho tibio para cuando sientas frío.
Nada mas que mi hombro para cuando quieras llorar, nada mas que mi alegría de estar junto a ti.
Aquí estoy amado mio, en el mismo lugar de ayer.
Muy bueno me gusta.
ResponderEliminarHola Karina. Que bueno que te guste. Seguimos con la escritura para el deleite de ustedes. Gracias por leerme.
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